A : Barbarita y a Reynaldo Benítez Solís, hijos mexicanos de Reynaldo Benítez expedicionario del 56.
Al Dr. Alexis Benítez, hijo cubano de Reynaldo Benítez y a su familia en Cuba.
Por Nina Núñez Salguero
Los días en apariencia sin actividad del Granma , servirán para dar las gracias a todas aquellas personas que han compartido su experiencia, con su servidora.
Un buen día el Dr. Zardoni nos obsequió una fotografía en la cual aparece junto al yate Granma, la siguiente fotografía más clara que la que me obsequió es de Vive Tuxpan, al tiempo le doy nuevamente las gracias por ésta fotografía que ha quedado para el recuerdo.
En este mismo barco las señoritas de aquel entonces paseaban en el yate con los cubanos, los cuales no soltaban prenda pues nadie sabía que era lo que se fraguaba, Paulita Hernández pasó a la historia local etiquetada como “ La novia de Fidel”, en alguna ocasión accedió a comentarnos que solo había sido amiga de Chuchú, solo eso.
Celebro que Paulita y otras mujeres, hayan roto esquemas y prejuicios de la época, pues debió haber sido algo inusual y criticado por la sociedad porteña, que no ha cambiado mucho en cuanto a señalar con índice de fuego, gracias a ellas se puede aportar más a la historia local.
Chuchú el maquinista era de lo más popular y como todos aquellos que emprenden riesgos como una revolución, vivían el momento disfrutando casa minuto de su existencia.
Los cubanos tienen algo en su ser, ya que todos los niños de aquel tiempo coincidían en que iban a jugar a la Finca Alicia, donde los futuros expedicionarios les permitían jugar y brincar sobre los colchones , ya por su naturaleza agradable los cubanos los toleraban o porque la presencia de niños, acababa con cualquier sospecha.
Lo mismo pasaba con las “ hembritas” como les dicen a las mujeres, hubo una niña a la cual Chuchú le obsequió una muñeca de trapo realizada por el mismo a la cual le puso el nombre de Chimina.
El alma de trapo de Chimina, se llevó escenas inolvidables de aquellos jóvenes que aún no dimensionaban en toda su magnitud el hecho.
- Yo les llevaba la leche a los expedicionarios y no me pagaron, y eso no solo fue en Tuxpan, donde quiera que había expedicionarios pedían a crédito o fiado y la historia narra que al niño que llegó con el pedido cotidiano y al cual le vendían la leche, se quedó asombrado pues los cubanos ya no estaban, esto debió haber sido el 25 de noviembre de 1956, ya que ellos partieron a la 1.30 a.m. en fin, todo queda en el recuerdo como en el recuerdo ha quedado Don Antonio Cesáreo+ quien ayudó a subir sacos de naranja al Granma, un barco con capacidad para 26 personas máximo y donde se fueron a VENCER O MORIR 82 expedicionarios, de acuerdo a la historia oficial
Ocho días en la mar, con poco alimento, mareados… el asma de Ché Guevara, al cual sin duda ante tal humedad tuvo un ataque.
¡ Ah ! todos habían dejado un amor, Almeida en el DF, enamorado de una señorita llamada Lupita, Fidel , con otra dama que guarda celosamente una carta enviada por el Dr. Castro Ruz, el timonel Norberto Collado con su amor en Boca del Rio, Ver. llamada Balbina.
LA LUPE
Ya me voy de tu tierra
mexicana bonita,
bondadosa y gentil,
y lo hago emocionado
como si en ella quedara
un pedazo de mí.
Ya me voy, linda Lupe,
y me llevo conmigo
un rayito de luz
que me dieron tus ojos,
virgen guadalupana,
la tarde en que te vi.
Golondrina sin nido
era yo en el camino
cuando te conocí,
tú me abriste tu pecho
con amor bien sentido,
yo me anidé en ti.
Y ahora que me alejo
para el deber cumplir
que mi tierra me llama
a vencer o a morir,
no me olvides, Lupita,
acuérdate de mí.
Y ahora que me alejo
para el deber cumplir
que mi tierra me llama
a vencer o morir,
no me olvides, Lupita,
acuérdate de mí.
Poco a poco los tuxpeños se animan a hablar, aún tienen temor y el fantasma del Granma, está presente en la memoria colectiva pues algunos jóvenes aseguran que el yate navega por el río Tuxpan con Fidel a bordo.
DR. ZARDONI
continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario