TUXPAN, VER.
EL GRANMA SE COMENZÓ A ARREGLAR EN SEPTIEMBRE DE 1956, con mucha prisa, porque Fidel había prometido al pueblo cubano, regresar a Cuba aquel año.
Hacía finales de noviembre, Fidel dio la orden de que todos lo que iban a viajar en el GRANMA, fueran acercándose a Tuxpan. Muy pocos sabían para qué pero el 24 de noviembre ya estaban ahí.
Por la noche unos cuantos compañeros comenzaron a meter en yate las ropas, los alimentos, las armas, las balas… Llovía. No había luna. Entre la oscuridad trabajaban los cargadores; entre la oscuridad y sin decir palabra, fueron entrando los expedicionarios que, al al ver la embarcación, comprendieron que volvían a Cuba. ¡ la alegría fue mucha desde aquel momento! ¿ Y que hacía Fidel?
Quienes lo vieron aquella noche dicen que andaba de un lado para el otro, ordenando, vigilándolo todo, con una capa encima, porque llovía.
ALIMENTOS
Antes de la salida del Granma, todo lo que pudieron reunir para que los 82 expedicionarios comieran durante el viaje fue una cajitas de carne prensada, que se las comieron, aunque al segundo día se habían echado a perder; algún jamón, una caja de galletas, huevos, leche condensada, pastillas de chocolate y unos sacos de naranja.
Cuando más, los expedicionarios tocaron a media lata de leche por persona, y un poquito de las otras cosas, cada 24 horas. En los últimos días no tuvieron nada para comer y les quedaba poquísima agua.
Queremos que sepas que durante el tiempo que estuvieron en México, los cubanos disponían de muy poquito para vivir, porque todo el dinero lo querían guardar para comprar armas y la embarcación. Igual pasó durante el tiempo en que se organizaba el asalto al Cuartel Moncada.
continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario